7 pequeños cambios que mejoraran el plumaje de tu pajaro canario - Articulo numero: 65 - 72 del año 2021.

Материал из JD Edwards E1
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El pájaro canario silvestre o bien serín canario (Serinus canaria)​ es una especie de ave paseriforme de la familia de los fringílidos (Fringillidae). A pesar de su nombre tanto común como científico es autóctono de varios subarchipiélagos de la Macaronesia: las islas Canarias, Azores y Madeira, y no solo de las primeras. Su pariente más próximo es verdecillo europeo (S. serinus).

El pájaro canario se considera, conforme una ley del Gobierno de Canarias, el símbolo natural del archipiélago canario, conjuntamente con la palmera canaria.3​ Su hábitat natural se ubica en áreas semiabiertas, como huertos y arboledas. Hace el nido en arbustos o bien árboles.

Según Antonio Arnaiz-Villena el pájaro canario silvestre de la Macaronesia, seguramente, tiene unas estrechas relaciones genéticas con sus congéneres del continente africano. El origen de todos y cada uno de los canarios bien pudiese estar en las especies que viven en África del Sur.

El pájaro canario silvestre es de colores parduzcos en la parte superior y amarillo verdoso en la cara y partes inferiores.Es más grande y tiene menos contraste que otros pájaros de exactamente la misma familia, como el verdecillo, y su plumaje es más gris y marrón. Llega hasta los 13 cm de longitud. Su esperanza de vida en estado salvaje suele ser de entre 5 y diez años, como máximo.

Aunque los canarios silvestres son de tonos apagados, desde el siglo XVII se ha cruzado selectivamente esta especie en cautividad, dando origen a los colores vivos conocidos hoy día (blanco, naranja, cobre, amarillo, etcétera) presentes en los canarios familiares. De hecho, el canario rojo fue el primer animal creado mediante selección genética,​ introduciendo los tonos colorados en el plumaje a través de el cruce con el cardenalito.

Este tipo de ave habita en una amplia pluralidad de ecosistemas, desde bosques de pino y laurel hasta en dunas de arena. Es más habitual en áreas semiabiertas con árboles pequeños, como huertos y bosquecillos. Se da habitualmente en hábitats creados por el hombre, como parques y jardines. Este ave se halla desde el nivel del mar hasta cuando menos una altitud de 760 metros. en Madeira, hasta 1100 metros en las Azores, y por encima de 1500 metros sobre el nivel del mar, en las islas Canarias.

El pájaro Canario se alimenta en el suelo o entre la vegetación baja, generalmente lo hace en bandadas. Su dieta se compone eminentemente de semillas, tales como las de las malas hierbas, las de poáceas y frutos. También se alimenta de otras partes vegetales y de pequeños insectos.

Es un ave gregaria que de manera frecuente anida en grupos, con cada pareja defendiendo un territorio pequeño. El nido es en forma de cuenco, y lo edifican sobre un árbol o bien arbusto a una altura superior a 160 cm del suelo, más generalmente a entre 3 a 4 m. Está bien oculto entre las hojas, a menudo en el extremo de una rama. Está hecho de fibras vegetales, hierba, musgo y otros materiales de plantas, y forrado con materiales suaves, como pelos y plumas. Los huevos son depositados entre enero y julio en las islas Canarias, de marzo a junio con un pico de abril y mayo en Madeira, y de marzo a julio con un pico de mayo y junio en las Turbes.

Estas aves son de color azul pálido o bien azul-verde con manchas violeta o rojizo concentradas en el extremo menos en punta. Cada nidada contiene de 3 a cinco huevos, consiguiendo producir con éxito un promedio de dos a tres crías al año. Los huevos se incuban entre 13 y catorce días y los polluelos abandonan el nido a partir de los catorce días hasta los 21 días, con mayor frecuencia entre los quince y diecisiete días.

El pájaro canario familiar fue criado por vez primera en el siglo XVII. Los ejemplares capturados en su hábitat original fueron llevados a Europa por marineros españoles. Su cría se hizo muy popular en las cortes de los reyes europeos y sus precios eran prohibitivos.​ Los frailes fueron los que comenzaron a criarlo, y para hacer que el precio se mantuviera alto, solo vendían ejemplares machos, que son los que cantan. Finalmente, algunos criadores de estas aves italianos obtuvieron hembras y fueron capaces de reproducirlos por sí mismos, por lo que se hicieron muy populares en toda Europa continental. En Inglaterra en un comienzo eran propiedad solo de personas adineradas pero, con el tiempo, comenzaron a ser criados también allí haciéndose muy populares y brotando muchas razas a través de la cría selectiva.

Desde el siglo XVII, y partiendo de ejemplares de aves silvestres de plumaje con color gris-parduzco en la parte dorsal y amarillo-verdoso en la cara ventral, una prolongada y también intensa selección artificial de los criadores de todo el planeta redundó en la creación de un significativo número de razas, las que, ateniéndonos al objetivo para el cual fueron seleccionadas, los canaricultores las acostumbran a dividir en tres grandes grupos: canarios de canto, canarios de color, y canarios de forma. La paciente cruza selectiva ha dado origen a los colores vivos conocidos actualmente, entre los cuales se encuentran el blanco puro, crema pálido, pardo, ágata, dorado, amarillo brillante, naranja, naranja-verdoso, cobre, rojo, negro o bien mosaico negro-bruno, pastel, opal, satiné, gris, topacio, ónix, cobalto, mármol, etc. Mediante la combinación de estos colores, se producen los cientos y cientos de colores de plumajes posibles.

El canario doméstico se cruza de forma fácil con otras especies de la familia de los fringílidos, aun de otros géneros, como por servirnos de un ejemplo con Jilgueros de la especie (Spinus barbatus).​ Ciertos híbridos son estériles, como el cruce entre canario y cabeza negra (Carduelis magellanica); el producto generado se lo denomina mulito haciendo una analogía con el híbrido de un burro y una potranca. Otros son fértiles; de hecho, los plumajes con bastante difíciles tonalidades de color rojo solo pudieron ser introducidas en el canario familiar en el año mil ochocientos treinta y cinco, al cruzarlos con ejemplares del cardenalito, un ave nativa de Venezuela que cuenta de manera natural con un plumaje de tonos rojizos. El canario rojo resultante fue el primer animal creado merced a la integración de genes de otra especie a través de selección genética.​ También se ha conseguido hibridarlos con el camachuelo común (Pyrrhula pyrrhula), entre otras muchas especies.

El pájaro Canario se nutre de una mezcla de semillas, en especial de alpiste y mijo, admitiendo además de esto, yerbas silvestres como el diente de león, verduras como la lechuga, el brócoli, las coles de Bruselas, hortalizas como la zanahoria rallada y frutas como la manzana, la pera, las naranjas. Hay en el comercio un suplemento específico para la muda el que debe añadirse a la mezcla de costumbre.

A lo largo de la reproducción es esencial una buena nutrición. Se debe complementar con huevo de gallina, gelatina, pan rallado, o migas de galletas. Asimismo se les puede dar hueso de sepia para otorgar el calcio preciso para una adecuada capacitación de las cáscaras de los huevos. A lo largo de la nutrición de los pichones se le aportan insectos vivos, y una dieta blanda rica en proteínas, de forma conjunta con semillas germinadas.

Este género de pájaro necesita contar con de forma permanente de agua fresca para beber, que se debe cambiar todos los días.

El lugar donde se dispondrá la jaula va a deber tratarse de un sitio seco, fresco, y resguardado de temperaturas extremas de frío o calor, y de corrientes de aire. Algo de sol todo el año jilguero va a ser de su agrado, aunque en ciertas zonas cálidas puede llegar a fallecer si continúa en lugares soleados sin un sombreamiento filtrado. Debe contar con de un recipiente para bañarse. Una vez por semana tiene que limpiarse el fondo de la jaula para que no enferme. Si se le aporta un nido abierto, el canario va a preferir dormir en él.

Es algo bastante difícil determinar el sexo de los canarios por su aspecto, la intensidad del color, o por su comportamiento. Un dato clave es que la mayor parte de los machos cantan y la mayoría de las hembras no lo hacen. Al aproximarse la primavera es posible observar algunos cambios físicos que se prestan como ayuda. El abdomen de la hembra se vuelve más redondeado.

Generalmente, en el canario familiar se activa el deseo de reproducirse cuando la longitud del día ronda aproximadamente las 12 horas, Esto ocurre de forma natural en la primavera, pero puede ser inducido a que ocurra antes mediante la iluminación artificial y la calefacción.

Se halla apto para el apareamiento al cumplir los 7 meses de vida; generando nuevas nidadas hasta la edad de cuatro años en el caso de las hembras, siendo seis años en el caso de los machos.

A lo largo de los últimos días de invierno, se coloca sola a una hembra en una jaula de cría; se divide la jaula por el medio con una rejilla o bien una chapa opaca y se pone un macho en el lado opuesto a donde quedó la hembra. Seguidamente, se le incluye en la sección de esta última una base de nido y el material a fin de que lo edifique, el cual puede contener arpillera, algodón, yute, papel de seda, hilos, plumas, fibras vegetales, pelos humanos o de cualquier mamífero, etc. Al encontrarse tan cercano a la hembra, el macho va a cantar de forma continua y de manera potente y variada, tratando de cautivar a su posible pareja. Cuando se observa una respuesta favorable de la hembra, como por poner un ejemplo el admitir que el macho la alimente de pico a pico mediante los barrotes, se podrá correr la rejilla lo bastante para permitir que el macho cruce al otro sector. Si todavía ella no se halla en celo probablemente se sucederán peleas, con lo que habrá que dividirlos de nuevo, y reiniciar el intento luego de dos días, o bien cuando ella tenga la mayor parte del nido construido, por lo que será más probable que acepte al macho. Si la hembra ya se encuentra en ese periodo, la pareja no entrará en enfrentamiento y pronto se comenzarán las montas por la parte del macho.

Después de unos 7 días de los apareamientos, la hembra comienza a oviponer, a un ritmo de uno al día, hasta totalizar de uno a seis huevos —generalmente de 3 a cinco—, los que son de color grisáceo a verde-azulado, salpicados con un punteado variable de color cobrizo o bien castaño; el tamaño promedio es de 19 mm de largo por 15 mm de ancho.12​ Como al poner su segundo o bien tercer huevo la hembra comienza a incubarlos, ciertos criadores retiran los primeros dos o bien 3 huevos y los reemplazan con huevos falsos —hechos de plástico o porcelana—, los que solo serán de nuevo, trocados por los reales cuando la postura se haya completado. Esto provoca que los huevos se incuben de forma acompasada, eclosionando de este modo todos al unísono o bien en un periodo de pocas horas, lo que da una tasa de supervivencia mayor debido a la menor disparidad en el tamaño de los polluelos, lo que traería aparejado que algunos puedan morir por apetito o aplastamiento. Hay que tomar en consideración que en los primeros días los polluelos casi duplican su tamaño día tras día.

El periodo de incubación oscila entre doce y dieciséis días,​ siendo mayor cuanto más frío está el entorno, aunque por lo común es de entre trece y catorce días. Durante ese tiempo, normalmente la hembra se sostendrá sobre el nido para sostener el calor indispensable para que pueda madurar un pichón en cada huevo. Si bien todo este proceso algo la desgasta, va a ser el macho el que le lleve el comestible hasta el nido. Finalmente los pichones rompen el cascarón, estando ciegos y prácticamente desnudos de plumas, salvo un poco de plumón en el dorso y la cabeza. Su desarrollo es notable, ya que con solo dieciocho a veinte días de vida ya poseen un tamaño afín al de sus padres, completamente emplumados y recorriendo el piso de la jaula.